viernes, 5 de diciembre de 2014
PARÁSITOS INTESTINALES
¿Qué es un parásito?
Un parásito es un microorganismo o animal pequeño que vive dentro de o sobre otro organismo y se nutre de él. Un parásito no puede vivir por sí solo. Los parásitos incluyen a las pulgas, los piojos y los gusanos. Las enfermedades parasitarias incluyen infecciones por protozoos (organismos unicelulares como los agentes causales de la malaria), helmintos (gusanos) y artrópodos (como el responsable de la sarna).
¿Qué es un parásito intestinal?
Como su nombre lo indica, los parásitos intestinales viven en los intestinos. Los parásitos intestinales son generalmente protozoos (como Giardia) o gusanos (como oxiúridos o tenias) que ingresan al cuerpo de su niño y usan el intestino como refugio. El parásito vive en el intestino u otras partes del cuerpo y suele reproducirse, pudiendo causar síntomas o infección.
Los parásitos son muy comunes en todo el mundo; las infecciones parasitarias se transmiten en lugares concurridos como las guarderías. Asimismo, los niños de los países en desarrollo generalmente portan algún tipo de parásito. Las condiciones sanitarias deficientes y la mala calidad del agua aumentan el riesgo de contraer parásitos.
Dos de los parásitos intestinales más frecuentes son Giardia y Oxiurus. Otros parásitos suelen afectar a niños nacidos fuera de Canadá o que han vivido en países en desarrollo donde las condiciones sanitarias e higiénicas son deficientes. Éstos incluyen Ascaris, amebas y tenias.
Giardiasis (Giardia)
La giardiasis es una enfermedad transmitida por el agua. Su niño puede contraer la infección al beber agua de una fuente contaminada. Los niños son más proclives a desarrollar giardiasis en regiones en que las instalaciones sanitarias y de agua potable son inadecuadas o en lugares donde hay muchas personas en contacto estrecho, como las guarderías.
La giardiasis también recibe el nombre de fiebre del castor porque se puede contraer al beber agua de lagos que no ha sido tratada.
Signos y síntomas de la giardiasis
Si bien algunos niños nunca desarrollan signos ni síntomas, pueden ser portadores del parásito y diseminarlo a través de sus heces. En el caso de los niños que se enferman, los síntomas pueden incluir:
diarrea acuosa;
heces blandas y de apariencia aceitosa;
cansancio;
retorcijones estomacales;
hinchazón;
náuseas;
notable pérdida de peso.
La giardiasis no se caracteriza por la presencia de sangre y mucosidad en las heces. Los síntomas generalmente se presentan alrededor de las dos semanas después de la infección. Con el tratamiento, los síntomas pueden mejorar en seis semanas. La mayoría de los niños nunca necesita tratamiento.
Oxiuriasis (Oxiurus)
Los oxiúridos son gusanos pequeños y blancos con aspecto de hebra que viven en el recto. Durante la noche, el gusano sale del ano y deposita sus huevos en la piel circundante. Esto produce una gran picazón. Los oxiúridos pueden generar incomodidad, pero no causan enfermedad.
Los huevos de Oxiurus son muy persistentes. Pueden permanecer hasta 2 semanas fuera del cuerpo, sobre la vestimenta, la ropa de cama u otros objetos.
Signos y síntomas de la oxiuriasis
En general, los niños que tienen oxiúridos no suelen presentar síntomas. Pueden padecer una gran picazón alrededor del ano, especialmente de noche. Es posible que no logren conciliar el sueño. También pueden estar malhumorados debido a la irritación.
Es probable que usted vea al gusano adulto alrededor del ano de su niño, en su ropa interior o en sus pañales, o en el inodoro después de ir al baño.
Causas de la oxiuriasis
Los oxiúridos pueden transmitirse fácilmente entre los niños. Cuando un niño se rasca en un área infectada, puede llevar los huevos a sus dedos o a la parte inferior de sus uñas. La transmisión de la infección ocurre cuando el niño infectado pasa los huevos a otro niño, y éste los traga sin saberlo.
Los oxiúridos también pueden transmitirse en forma indirecta. Los huevos de una persona infectada pueden adherirse a juguetes, asientos de inodoro, vestimentas o ropa de cama. Un niño puede contraer una infección al tocar los huevos y llevarlos a su boca. Los niños son más propensos a contraer oxiúridos en climas más templados y en guarderías.
APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino. Junto con el masculino, es uno de los encargados de garantizar la reproducción humana. Ambos se componen de las gónadas (órganos sexuales donde se forman los gametos y producen las hormonas sexuales), las vías genitales y los genitales externos
PARTES:
Órganos internos
Ovarios: son los órganos productores de gametos femeninos u ovocitos, de tamaño variado según la cavidad, y la edad; a diferencia de los testículos, están situados en la cavidad abdominal. El proceso de formación de los óvulos, o gametos femeninos, se llama ovogénesis y se realiza en unas cavidades o folículos cuyas paredes están cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Cada folículo contiene un solo óvulo, que madura cada 28 días, aproximadamente. La ovogénesis es periódica, a diferencia de la espermatogénesis, que es continua.
Los ovarios también producen estrógenos y progesteronas, hormonas que regulan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la aparición de vello o el desarrollo de las mamas, y preparan el organismo para un posible embarazo.
Trompas de Falopio: conductos de entre 10 a 13 cm que comunican los ovarios con el útero y tienen como función llevar el óvulo hasta él para que se produzca la fecundación. En raras ocasiones el embrión se puede desarrollar en una de las trompas, produciéndose un embarazo ectópico. El orificio de apertura de la trompa al útero se llama ostium tubárico.
Útero: órgano hueco y musculoso en el que se desarrollará el feto. La pared interior del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos mensuales relacionados con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos.
Vagina: es el canal que comunica con el exterior, conducto por donde entrarán los espermatozoides. Su función es recibir el pene durante el coito y dar salida al bebé durante el parto.
La irrigación sanguínea de los genitales internos está dada fundamentalmente por la arteria uterina, rama de la arteria hipogástrica y la arteria ovárica, rama de la aorta.
La inervación está dada por fibras simpáticas del plexo celíaco y por fibras parasimpáticas provenientes del nervio pélvico.
Órganos externos:
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por:
Clítoris: Órgano eréctil y altamente erógeno de la mujer y se considera homólogo al glande masculino.
Labios: En número de dos a cada lado, los labios mayores y los labios menores, pliegues de piel salientes, de tamaño variables, constituidas por glándulas sebáceas y sudoríparas e inervados.
Monte de Venus: Una almohadilla adiposa en la cara anterior de la sínfisis púbica, cubierto de vello púbico y provista de glándulas sebáceas y sudoríparas.
Vestíbulo vulvar: Un área en forma de almendra perforado por seis orificios, el meato de la uretra, el orificio vaginal, las glándulas de Bartolino y las glándulas parauretrales de Skene.
La forma y apariencia de los órganos sexuales femeninos varía considerablemente de una mujer a otra.
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